Mòdulo 2: "ENSEÑAR Y APRENDER CON TICS." Tema: ¿Qué implica enseñar? ... ¿y con Tics?

“He aquí la gran paradoja de la educación: en realidad no tratamos de enseñar lo que queremos que los alumnos aprendan”. Perkins en “La escuela Inteligente”.

¿Qué queremos que nuestros alumnos aprendan?:
Que…
desarrollen habilidades y estrategias de comprensión;
resuelvan situaciones problemáticas gestionando la información adecuada para lograrlo;
desarrollen pensamiento crítico
sean autocríticos;
trabajen colaborativamente en pos de un objetivo en común asumiendo roles y responsabilidades;
Etc.
… todo lo anterior junto.

Y entonces, ¿qué es lo que la escuela enseña?

Aquí reside el gran problema: la educación define sus objetivos en función de conocimientos adquiridos, cuando en realidad sería más necesario hablar de desempeños, o simplemente, qué queremos que los alumnos sean capaces de hacer:

• explicar ideas,

• asumir y argumentar una idea,

• elaborar un informe,

• comparar,

• elaborar hipótesis,

• ponerlas en práctica y analizar resultados,

• sintetizar información,

• etc.

Muchas reformas en nuestro país se han centrado en cuestiones de forma y no de fondo: más o menos contenidos, más o menos materias, tercer ciclo en EGB o en secundaria, etc. “La escuela inteligente” enseña a pensar y favorece procesos de enseñanza y aprendizaje que ayudan al alumno a adquirir el conocimiento a partir de sí mismo. Relacionándolo con Fentersmacher, ayuda al alumno a realizar tareas del aprendizaje como ser enseñarle a aprender, y en consecuencia a “estudiantar”.

Un análisis desde el sentido común nos lleva a pensar que, para que el docente pueda posicionar su labor dentro de esta “escuela inteligente”, tiene que previamente haber vivenciado él mismo, la experiencia de “estudiantar”. Asumiendo que no es el poseedor de TODO el conocimiento, y que puede reconocer cuando algo no sabe, cómo hacer para resolverlo: dónde buscar, cómo, analizar, cotejar, definir, etc, donde lo nuevo se vincule cognitivamente con el bagaje previo que posee.

Hay que tener en cuenta también que al hablar de un docente estamos hablando de su formación, el interjuego entre su biografía como alumno, su formación como docente y sus representaciones mentales sobre “el deber ser en la educación”.

Siguiendo con Fentersmacher, es fundamental que “todas las personas que se dediquen a formar profesores los capaciten para convertirse en estudiantes de su enseñanza”. Quien ha internalizado esta experiencia podrá favorecerla en otros, el aprendizaje se produce en la cabeza de cada individuo, es algo puramente personal. El docente tiene la responsabilidad de enseñar, pero es el alumno quien tiene la responsabilidad de aprender (remitámonos a la dependencia ontológica que hay entre ambos procesos).

¿Y las tecnologías?

Éstas pueden potencian y ampliar las posibilidades de estudiantar. Siempre y cuando:

* tengamos una concepción amplia de recursos educativos y podamos incluir en este grupo no sólo los que fueron diseñados con ese fin, sino también aquellos que son incorporados en el proceso de enseñanza para utilizarlos didácticamente: películas, fotos, software utilitario, web 2.0, etc.

* no “domestiquemos” a las tecnologías, no podemos hacer más de lo mismo con ellas ( ejemplo: copiar en procesador lo ya escrito en papel), sino evaluar y seleccionar aquéllas que agreguen un plus significativo a la propuesta . A veces con lápiz y papel es suficiente.

El docente no prepara al alumno para ser “especialista en”, sino que lo ayuda a aumentar su capacidad de comprender su entorno para poder actuar positivamente en él.

La Teoría Uno de la cual nos habla Perkins, como conjunto de principios que deberían ser la base de cualquier método educativo, está seguramente en los ideales de cualquier docente, pero la realidad de aula es tan compleja y a veces dificultosa que impide llevarla a la práctica tal cual el docente lo desearía (brindar información clara, estimular la práctica reflexiva, favorecer la realimentación informativa que permita modificar prácticas y con una fuerte motivación intrínseca y extrínseca).

Es un hecho que las escuelas en Argentina hoy tienen, en algunos sectores, un fuerte sentido asistencialista quedando muy poco margen para la educación en sí. El docente pasa a ser un poco de todo y poco de docente. Pero, “tomar la foto de un docente no es tomar la foto de todos los docentes”, hay modos de ser docente y formas de ser escuela. Y ahí radica lo maravilloso de este ámbito.

Quien concibe la tarea de enseñar dentro de los lineamientos aquí expuestos difícilmente no comprenda las potencialidades y la necesidad imperiosa de incluir tecnologías en su quehacer didáctico. Volviendo a la misma idea, necesitan vivenciar en su forma de aprender y trabajar la inclusión de este tipo de recursos porque les permitirá comprender y favorecer procesos cognitivos diferentes en sus alumnos. Y usar diferentes recursos: informáticos, audiovisuales, comunicacionales, etc. E independientemente de cuáles sean los recursos técnicos (ejemplo: equipamiento antiguo) podrá intervenir constructivamente, resignificando la experiencia.

La alfabetización, hoy, se completa con la faceta digital, quien no la tenga queda fuera del sistema. Las tecnologías han invadido las comunicaciones y las formas de producir y difundir los conocimientos. Los docentes tienen que ayudar a sus alumnos a “tomar posesión del conocimiento donde quiera que éste se encuentre”. Y puedan “estudiantar”. Y en esta época hablamos de estudiantar incluyendo TIC.

Y aquí quiero detenerme brevemente en las brechas digitales que se profundizan aún más con la inclusión de las tecnologías: de uso, uso significativo y accesibilidad. Los ámbitos educativos están conformados y en sociedades desiguales. Y es el docente quien puede y debe intentar reducirla dentro de sus posibilidades. El equipamiento tecnológico sólo no basta, la capacitación del docente tampoco, las dos serían lo ideal. Sin embargo, la relación desigual entre ambas es lo más visible en nuestro sistema educativo, público y privado.

Hay tanto camino para recorrer aún… parafraseando a Jordi Adell, la visibilidad del cambio es muy poca, la inclusión de tecnologías dentro de estos lineamientos recién empieza en forma muy atomizada, la invisibilidad se da más por ausencia… pero hay muchos docentes que están empezando a transitar este camino…

“ladran Sancho….señal que cabalgamos”

Y aquí estamos nosotros… cabalgando….

Bibliografía consultada:

FENSTERMACHER, G.(1989), “Tres aspectos de la filosofía de la investigación sobre la enseñanza”, en: Wittrock, M., La investigación en la enseñanza I, Paidós-M.E.C, Madrid-Barcelona. Un concepto de enseñanza (pag. 1 a 8)

PERKINS, D. (1995), “Cap. 3: La enseñanza y el aprendizaje: la teoría uno y más allá de la teoría uno”, en: Perkins, D., La escuela inteligente. Del adiestramiento de la memoria a la educación de la mente, Gedisa, Barcelona.



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